AABT 2050 SENTENCIA MULTIPROPIEDAD VENDER A CUALQUIER PRECIO
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Tema JUSTICIA
LA VERDAD: Un juez da la razón a una pareja de El Palmar que acudió a una reunión por un premio y acabó firmando una letra de cambio de 28.000 euros.
Una gota de sudor se resiste en lo alto de su frente. Al principio, luce poderosa, asida con fuerza a la piel; sin embargo, su voluntad termina por ceder y acaba por dejarse caer, lentamente. Rueda sobre la sien y se precipita por el rostro… cuello abajo. El ambiente en la habitación está viciado y el volumen de la música, que no para de sonar, resulta ensordecedor. Están rodeados de gente, pero no pueden compartir su vivencia. Frente a Alegría y Claudio, un varón corpulento recita una y otra vez la misma retahíla. ¿Su único objetivo? Vender.
Una curiosa sentencia, dictada el pasado mes de marzo por el juzgado, da la razón a un matrimonio residente en El Palmar, Alegría Aira y Claudio Pérez, como víctimas de la venta agresiva y el engaño de la comercial Aprovechamiento Anual de Bienes Turísticos 2050, s.l. (AABT).
Un jugoso premio fue el cebo que AABT tendió a la pareja y que logró que el 23 de abril de 2005, ambos se personaran en el hotel Hesperia de Murcia. Únicamente tenían que acudir a una reunión y, posteriormente, se les entregaría como obsequio un alojamiento durante una semana en un hotel, un equipo de home cinema o bien 300 euros en metálico. Eso, al menos, era lo que relataba la carta que habían recibido en su buzón días antes. Una vez en el interior de la sala, la operación no fue tan fácil.
Firmas y más firmas
Sometidos a unas condiciones ambientales severas y a unas agresivas técnicas de venta, Alegría y Claudio firmaron toda una trinchera de papeles que, creían, consistían en una semana de vacaciones a media pensión por 500 euros. Sin embargo, el engaño venía traspapelado entre tantas hojas y, sin saberlo, ya habían impreso su rúbrica en una letra de cambio por valor de 28.000 euros.
No fue hasta una segunda reunión, once días después, cuando se les requirió la forma de hacer efectivo el pago, destapándose así el ardid del que habían sido víctimas. Alegría y Claudio se enfrentaban, de repente, a una deuda que amenazaba con embargar sus propiedades. Comenzaban a enredarse en una telaraña mucho más opresiva. AABT les ofreció la posibilidad de suscribir un préstamo para poder hacer frente a ese pago y ellos, desesperados, accedieron.
El estado emocional de ambos, sobre todo de Alegría, comenzaba a ser delicado y ello les convertía en especialmente manipulables. Esta situación explica que accedieran a todas las pretensiones de AABT y que, incluso, aceptaran elevar a público el contrato privado suscrito.
La decisión del juez, no obstante, ha decretado la nulidad del contrato firmado en el hotel murciano, y la de la póliza de préstamo. Además, Alegría y Claudio recibirán una indemnización de 3.000 euros por el daño moral que AABT les ocasionó. Una pena que les consuela, pero que no evitará que, a partir de ahora, renieguen de las misivas milagrosas.
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