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MULTIPROPIEDAD TESTIMONIO: Articulo dedicado a la multipropiedad publicado en el Diario de Navarra: Lourdes Aguirre se siente engañada por una oferta de multipropiedad y lleva doce años tratando, en vano, de deshacer el contrato. Su calvario es el otras personas con el mismo problema. Me tenía que haber quedado muda o sorda”. Así se refiere Lourdes Aguirre Donamaría al momento en que accedió a responder a una encuesta cuando un joven le abordó en la calle. Ocurrió hace doce años, cuando esta vecina de Puente la Reina esperaba el autobús en la plaza de Merindades, en Pamplona. Entre otros datos, Lourdes Aguirre facilitó su número de teléfono . Al terminar, el joven le comunicó que iba a entrar en un sorteo. A los días, el teléfono de su casa sonó. Le dijeron que había sido agraciada con un apartamento y le citaron en un hotel de Pamplona. Aquella visita, a la que acudió con su marido, supuso el inicio de una pesadilla. ” Nos explicaron qué era la multipropiedad, pero nosotros justo hacía dos años que nos habíamos comprado la casa. Además, teníamos cuatro hijos y dijimos que no. Nos tuvieron desde las 12 del mediodía hasta las 5 de la tarde. Nos dieron un tentempié. Siempre he pensado que nos echaron algo a la bebida. Al final, firmamos unos papeles pensando que nos regalaban una semana en Portaventura para los hijos. Además, nos dieron un papel para que fuéramos otro día a recoger un vídeo”.

Vender la semana El matrimonio se pasó varias veces para recoger el vídeo, pero en el hotel nunca supieron nada. Lo que sí llegó a su casa fue una carta de una financiera en la que le comunicaba que todos los meses iban a cobrarles 175 euros. “Entonces nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho. Habíamos comprado una multipropiedad por casi 1,4 millones de pesetas que nos daba derecho a disfrutar durante la última semana de febrero un apartamento en Salou”. Sus intentos por deshacer el contrato fueron en vano. Lourdes Aguirre tiene ahora 50 años , hace cinco que se quedó viuda y aún recuerda los momentos tan angustiosos que vivieron. “Mi marido trabajaba en un servicio de grúas. Teníamos una hipoteca reciente y cuatro hijos. No podíamos gastar ese dinero. Echamos atrás los pagos, pero la financiera nos llevó a juicio y estuvo a punto de subastar mi casa. Gracias a que una prima nos dejó el dinero, que luego se lo devolvimos porque pedimos un crédito”. “He llorado mucho por aquello”. Hoy, con la multipropiedad pagada, aún no ha pisado el apartamento. Sólo desea deshacerse de esta carga. “Es imposible. ¿Quien va a querer comprar la última semana de febrero en Salou?”. A Lourdes Aguirre, que trabaja en limpiezas, no le importa que se sepa que fue engañada. “Si lo cuento es porque no quiero que a nadie le pase esto”. Mas informacion ACAMA 952215859