Multipropiedad Acama Afectadosmultipropiedad Asociacion Consumidores Afectados Mundo Magico Timeshare Ley 42/98 Aprovechamiento por Turnos Turisticos

Demandan a una empresa de multipropiedad por fraude en la venta de caravanas de lujo: Seis familias pagaron 20.700 euros por vacaciones ficticias y vehículos que no llegaron a ver...

Levante-EMV, Valencia Seis familias han presentado una demanda colectiva contra una empresa de tiempo compartido o multipropiedad con sede en la avenida de Aragón de Valencia y contra varios bancos de la capital por un presunto fraude de ley en los contratos firmados por los demandantes durante una reunión de seis horas en la que fueron sometidos a «una fuerte presión psicológica», según los afectados. El supuesto fraude consiste, según la demanda, en vender caravanas de lujo para salvar las restricciones impuestas por la ley de aprovechamiento por turnos, en vigor desde finales de 1998, y cuyo objetivo es frenar las prácticas agresivas utilizadas por algunas empresas del sector de la multipropiedad. Además, la documentación firmada por los demandantes «no se ajusta a la oferta comercial», pues la caravana -por la que desembolsaron más de 20.000 euros- nunca se les entregó ya que, en realidad, lo que estaban comprando era una acción de una asociación de tiempo compartido. La empresa, al ser consultada por Levante-EMV, ha negado la existencia de cualquier tipo de fraude asegurando que siempre han actuado y actúan dentro de la ley. De 89 a 186 euros por una semana La moda de las vacaciones a tiempo compartido o time sharing que en principio iba a permitirles disfrutar de los mejores complejos de ocio de todo el mundo por un módico precio -de 89 a 186 euros por una semana- ha devenido en «nada»,según cuentan los denunciantes. Les prometieron una semana de vacaciones al año «en las mejores suites de lujosos hoteles» durante 45 años a cambio de la compra de una caravana de lujo modelo Comanche. Para ello, añade la demanda, tuvieron que firmar complicados contratos «leídos en forma de resumen por el vendedor y con continuos comentarios de la naturaleza de 'es sin compromiso por vuestra parte'.'Tened en cuenta que es una inversión que se revaloriza'. 'Probáis las nuevas vacaciones y si no os gusta os dais de baja'». En el primero de los contratos, los nuevos socios se comprometían a sacar un préstamo por valor de 20.795 euros -que les fue concedido sin más aval que su nómina en apenas dos días por los bancos demandados- con la garantía de que si durante el primer año no estaban contentos con la compra les devolvían el dinero. Poco tiempo después, los demandantes pudieron comprobar cómo «cuando les pides que te devuelvan el dinero o se subroguen el préstamo te dicen que la única opción que cabe es la gestión de la reventa de la caravana, algo que nunca se llega a producir». Castillos en el aire «Vendencastillos en el aire», afirma una de las personas denunciantes. «Es una perfecta escenificación teatral, en la que te sumergen en el país de las maravillas. No cesan de mostrarte imágenes de lugares paradisíacos, rincones de ensueño, lujo, alentado una serie de necesidades ficticias», añade. Todo ello durante más de seis horas «de fuerte presión, en las que no puedes hablar a solas con tu pareja, controlan todos tus movimientos -incluso me acompañaron al baño- y te tratan con mucha confianza». Tres meses después, los demandantes recibieron nueva documentación «que nos hizo abrir los ojos sobre el engaño al que habíamos sido sometidos». Las caravanas de lujo resultaron ser remolques-tienda, que en el mercado tienen un precio aproximado de 2.100 euros (frente a los 20.700 abonados por ellos), según recoge la propia demanda. Además, los presuntos estafados conocieron, tras diversas comprobaciones, que los citados vehículos «no habían sido matriculados y, menos aún, figuraban a nombre de los compradores».