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Reproducimos el contenido de una de las cartas que nos envian los clientes de las empresas de multipropiedad para conocimiento general de las tecnicas que utilizan las mismas: "Esta pequeña historia empezó en pasado sábado día 31 de Enero....

Tras una invitación ofreciendo regalo a una charla de 1 hora en la calle XXXXXX, nos vimos implicados mi mujer y en una agresiva "pesadilla" que duró desde las 17:30 a las 23:00 h (casi 6 horas ¡!!!). Mis hijos de 6 y 8 años mientras tanto y para nuestra intranquilidad, estaban en una habitación contigua siendo entretenidos por una cuidadora,.... lo que suponía una mayor necesidad de terminar aquello de cualquier forma.... pero terminarlo. Es difícil expresar lo que ocurrió ni nunca pensé que me fuera a ver engañado de un forma tal: música a tope, tácticas de negociación sistemáticas y aprendidas. Una vez en casa, fue suficiente 20 minutos de lectura pausada de lo que había firmado para entender que nada tenía que ver con lo mis deseos y muy lejos de lo prometido durante las casi 6 horas: - Se me dió a entender que la empresa XXXXXX que me hizo el contrato, era RCI. En los anexos al contrato, aunque se me anunció que encontraría los estatutos y normas de funcionamiento de RCI, esto no era así. Posteriormente contacté con RCI y me confirmó la falsedad de las promesas hechas por esta empresa XXX. - Se trataba de un derecho de por vida que luego resultó ser sólo por 3 años. - Lo que parecía la pertenencia a un club de vacaciones con unos precios negociados y cerrados muy ventajosos, resultó ser la tapadera de la venta de un derecho de utilización de 1/52 de apartamento, de difícil valoración como inversión. - Al final del Sábado 31, mi mujer y yo firmamos una serie de documentos y contrato que cuando quisimos leerlos, sobre todo la diminuta letra, se nos decía que era esencialmente lo hablado... sin que la concentración pudiera ser la necesaria para digerir todo aquello. Al día siguiente, Domingo, porque todo era muy URGENTE, me pidieron documentación para agilizar la financiación de la operación. No pasaron ni 12 horas desde la firma, incluyendo las horas de descanso nocturno, cuando me personé otra vez en sus oficinas de XXXXX para cancelar la operación y allí mismo romper los documentos firmados tan solo unas horas antes. Me dijeron que esto no era posible y que me arriesgaba a una acción judicial si no asumía los compromisos. Sólo me ofrecieron, tras reconocer con sorpresa y lamentando el que la información quizás no fue lo precisa que debiera, una gestión de re-venta una vez probara el producto en unos 4 a 6 meses. Esto no me interesó, y salí del edificio pensando acciones que pudiera tomar para solucionar aquello. Por fortuna, ayer lunes, encontré su página en internet. Créanme que en nuestra situación supuso un alivio inestimable. Gracias por existir. No obstante, espero de su amable atención el que me puedan orientar para resolver este problema, como en cualquier otro aspecto que su experiencia pueda proponer.